miércoles, 22 de agosto de 2018

150 actividades para jugar sin pantallas: reseña.

Por aquí estamos más que inmersas en la preparación del curso que viene por lo que hoy he decidido enseñaros uno de los libros que he estado leyendo y consultando este verano.

Siento que a los profesionales de la educación se nos forma mucho más en matemáticas y lectoescritura dando de lado a la parte más experimental del desarrollo del niño; todo ello se traduce a que luego nosotros desde las aulas sigamos dando de lado a las actividades más sensoriales. Así que el objetivo que me propuse para este verano fue formarme un poco más en este sentido.

El libro en cuestión se titula 150 actividades para jugar sin pantallas, de Asia Citro y editado por la Editorial Juventud.


Este libro supone un manual muy útil a la hora de programar actividades lúdicas y, en su mayor parte, sensoriales. Así encontramos capítulos como el destinado a los slimes, a las plastilinas, a la pintura o a juguetes caseros entre otros.

Uno de los puntos positivos de este libro, aparte de la variedad de actividades, es que en cada una de las propuestas que se realizan vienen detalladas la edad a la que va dirigida, los materiales necesarios, el tiempo que se tarda en llevarla a cabo y un listado con los alérgenos de dicha actividad.

Decidí comprarme el libro porque cada vez más se acostumbra a los niños a jugar con tablets y ordenadores y creo que, en cierto sentido, el juego en sí mismo está perdiendo parte de su sentido. A través de estas propuestas se recupera la idea de la importancia de la manipulación por parte de los niños y es tocando y experimentando es como verdaderamente aprenden. 

La verdad que estoy deseando que empiece el cole para poner en práctica una de las actividades que más me ha llamado la atención: lombrices y tierra (para simular las lombrices necesitaremos espaguetis cocidos que enterraremos en un recipiente con tierra hecha con posos de café). 

¿Vosotros qué importancia le dais al juego y a las actividades sensoriales?